lunes, 19 de noviembre de 2007

A L.'. G.'. D.'. G.'. A.'. D.'. U.'.

Intercambio epistolar (electrónico) entre algunos masones.

Pterocles Arenarius

La tenida masónica es un acto de magia. Es el momento en que se crea la armonía en este mundo, pero la armonía consciente. A partir de los símbolos masónicos se integra una entidad en la que todos los que participan en la tenida forman un solo objeto consciente. Es el momento en que quienes participamos hacemos realidad el postulado de Heráclito, El Oscuro, quien afirmó (por allá en el siglo IV antes de Cristo) que "Todos somos uno y lo mismo" (pero no lo podemos "sentir", nuestra consciencia personal nos hace creer que somos algo apartado de la naturaleza, que estamos separados del universo). En realidad somos tan sólo materia que, por supuesto, es parte del universo, pero nos empeñamos en creer, cada uno, que somos el centro del universo, sin embargo, la refinada organización que ha obtenido esa materia gracias a la evolución de 4 500 millones de años nos ha llevado a desarrollar la inteligencia (los físicos afirman que tal concepto es el "Principio Antrópico", sospechosamente similar a algún milenario concepto budista: "Dios duerme en los minerales, vive en los vegetales, se mueve en los animales y piensa en el hombre"), a adquirir consciencia de nosotros mismos, de nuestra finitud (de nuestra muerte) y eso nos hace sentir abandonados en el mundo, con todas las consecuencias (ser enemigos de otros seres humanos, dominar a otros o intentarlo, suponer que por alguna razón somos superiores a otros por motivos raciales o de cualquier otra índole), pero somos tan sólo materia altamente organizada por la evolución, digamos que por el trabajo del G.'. A.'. D.'. U.'., para que a través de tal materia (que somos nosotros) la naturaleza tenga consciencia de sí misma. En la tenida masónica nos ponemos a cubierto del mundo profano porque (simbólicamente, o sea realmente) nos salimos del espacio y decimos que trabajamos del medio día a la media noche porque (simbólicamente, o sea realmente) nos salimos del tiempo. Es decir, nos instalamos en el Universo Real: porque este espacio y este tiempo en que habitamos son una apariencia: lo real es la eternidad, la simultaneidad. Y en logia funcionamos como un solo objeto, un solo cuerpo que examina el universo o bien se examina a sí mismo, expande su propia consciencia y se integra a la suprema consciencia, en la tenida masónica creamos la armonía funcionando a partir de un orden superior, de una liturgia creada durante siglos de sabiduría filosófica y de muchos otros órdenes. La impresión sobre el inconsciente (es decir, en el alma) de cada participante en la tenida masónica genera lo mismo que se logra en el taller (la armonía, la expansión de la consciencia, la fuerza interior, el dominio de sí mismo) por la mutua influencia, por el orden establecido, por la interacción de los miembros del taller, el que es una estructura como todas las estructuras que existen funcionando armónicamente en el universo, gracias a la sublime construcción del G.'. A.'. con la cual colaboramos para dar orden en la inefable carrera contra la entropía que lleva al universo a su muerte (y a su posterior renovación). La tenida masónica es una prodigiosa creación de sabios milenarios que nos la heredaron para que de ella obtengamos la manera de autoconstruirnos, de autotransformarnos en una obra de arte, en una consciencia trascendente (por eso la muerte simbólica cuando se ingresa al cuarto oscuro). En la tenida masónica se crea el arte real, la armonía, el justo medio, la belleza. Aquél a quien la masonería le ha tomado en posesión ya nunca será el mismo que antes. Aquél que ha entrado en la masonería, pero la masonería no ha entrado en él, quizá nunca encuentre (al menos en esta vida) lo que se encuentra en la masonería. Si las tenidas son aburridas es que el aburrido no tiene oídos para oír. Si todos los anteriores conceptos son "aburridos", entonces nada podrá conmover a ese espíritu apelmazado, sumido en el marasmo, empantanado; ni siquiera (y mucho menos) la televisión. Quizá el alcohol, u otras drogas (que son absolutamente maravillosas). Pero éstas cobran demasiado caro y normalmente escalvizan. La masonería es gratis (bueno, las cápitas son bastante accesibles) y libera. La masonería nos pone en nuestras propias manos: algo que puede ser insoportable para algunos que siempre (aunque sea inconscientemente) estarán más cómodos en manos de otros u otras: sean personas, objetos, placeres o vicios. Un Triple Abrazo Fraternal y un ósculo de paz a todos. Es cuanto.




Ananías Baruk Platas Mata

BUEN DIA MIS VV.'.H.'.: HACE POCO RECIBI UN MAIL DE NUESTRA Q.'.H.'. ROSA MARTHA RANDALL SOBRE UNO DE LOS TEMAS QUE TOCAMOS EN LOG.'."PORQUE NO ASISTEN LOS MASONES A SUS LOGIAS", EL CUAL CONSIDERO MUY IMPORTANTE POR LOS CONCEPTOS VERTIDOS ANTES DE ELLO LES HAGO LLEGAR UNA PEQUEÑA INVESTIGACION SOBRE EL TEMA SACADAO DE AQUI Y DE ALLA ESPERO OS SIRVA Y NOS HAGA REFLEXIONAR UN POCO AL RESPECTO. Masones que no concurren a sus Logias
Con frecuencia oímos decir que determinado hermano *que no concurre a las Tenidas *es una buena persona, tiene espíritu masónico pero tiene mucho trabajo, está muy ocupado. Nunca compartimos esa forma de encarar el problema: siempre creímos que es una benevolencia equivocada, que hace mal a la orden y hace mal al Hermano. Es muy fácil decir "yo pertenezco a la masonería y desentenderse de todo lo demás:¿Qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo? ¿Si a la hora de la tenida siempre estuviéramos viendo televisión, leyendo, con los amigos o simplemente durmiendo?. A estos Hermanos Muy Buenos se deben esas Logias anémicas, que apenas llenan los principales puestos, que en medio de un general e inevitable aburrimiento arrastran una vida masónica penosa y lamentable. * Para ser Masón autentico no basta figurar en el Cuadro Logial, es necesario quemarse diariamente en la llama de la acción y la militancia *. ¿Qué interés, qué estimulo pueden sentir el Venerable Maestro y los Hermanos que concurren regularmente? Esos hermanos Muy Buenos destruyen la base de la institución y ya se sabe que la grandeza de la Masonería radica en su base, es decir, en sus obreros, en todos nosotros. Así la Orden no progresa, no se fortifica, así no cumple con su deber. *En cuanto al Hermano si no asiste no puede vibrar con nosotros, no siente el ímpetu de la vida del Taller, perceptible o no pero real y verdadera.*Se podrá llamar Masón pero no se puede ser Masón sin concurrir a las Tenidas. Pero hay más; no se puede ser masón si no se integra al CUERPO MENTAL y al plano espiritual de la Logia. Cuando el Venerable Maestro dice "Silencio y en Logia, mis Hermanos" se crea un cuerpo mental colectivo que nos envuelve a todos. Es entonces cuando la cadena de unión, esa cadena de unión que está aplicada al muro, baja hasta nosotros, palpita, se humaniza, nos libera y nos une: nos libera del polvo de todos los caminos, del lastre de la vida profana, de las fuerzas negativas que actúan en nosotros mismos y nos une en un plano superior de bondad, de tolerancia, del afán de superación, es decir, nos une a un nivel masónico: Y esa emoción no la puedo sentir yo ni nadie si estoy sentado en mi casa, leyendo, con mis amigos o durmiendo entre otras cosas. Si no sabemos como opina el Taller o la Orden sobre determinado problema, si no nos formamos en la fragua masónica, si no aprendemos a manejar las herramientas de la vida superior,
¿Cómo vamos a influir; sobre quiénes vamos a influir? Se ha dicho siempre que no deben traerse aquí las pequeñeces y resquemores que nos separan de la vida profana, pero si se deben llevar hacia fuera la comprensión, la tolerancia, el respeto, la fraternidad que prevalecen en nuestra convivencia.
¿Cómo vamos a llevar hacia fuera esas buenas prácticas si empezamos por no practicarlas? Si queremos influir en el mundo profano tenemos que asistir a las Tenidad, por Muy Buenos que seamos. Hay más la Orden elige a sus hombres, los educa, los mejora, los transforma, pero ese proceso no se improvisa, no se opera por milagro, no se opera por el sólo hecho de estar en nuestros registros, por Muy Buenos que seamos. La Orden tiene ese proceso perfectamente organizado desde el primero hasta el último grado. Entre nosotros nada responde a la casualidad o la suerte, todo está cifrad en la razón y en el análisis. Es un sistema moral y filosófico "velado por el misterio y embellecido por los símbolos.", es el más perfecto sistema, sin duda alguna, que el hombre ha creado para su convivencia, pero ese sistema no funciona con entelequias, nombres escritos en Cuadro Logial. ¡No! Ese sistema funciona con hombres de carne y hueso y esos hombres son su arma, su instrumento y su triunfo: para que ese sistema funcione es preciso concurrir a la Logia. Hay más: todo lo que aumenta la libertad del hombre aumenta su responsabilidad. LA MASONERÍA, PARA EL QUE LA ENTIENDE, AUMENTA LA LIBERTAD INTERIOR, AYUDA A PENSAR, SUPREMA TAREA Y EN COSECUENCIA AUMENTA Y COMPROMETE SU RESPONSABILIDAD. Y uno de los primeros deberes que son inherentes a esa cuota de responsabilidad es el de asistir a Logia. Porque cabe preguntar ¿dónde está la vida masónica, el mundo masónico que hemos escogido libremente, la esencia de sus enseñanzas?. ¿estarán en la oficina, en la fábrica, en el estudio o consultorio profesional o en la calle? NO. Están en la Logia. Alguien podrá llamarse Masón, decir que figura en nuestros registros, pero nadie puede ser masón si no vive nuestra vida masónica y para eso es imprescindible concurrir a Logia. Puedo resumir y sintetizar todo lo dicho en los siguientes términos; *la finalidad más allá de la masonería, el ideal mas puro y la ambición más noble y, a la vez, la tarea más difícil, la superación del hombre, la planificación del hombre, eso, mis Queridos Hermanos, no se obtendrá nunca con masones que no asisten a Logia.*

LA SABIDURÍA CONSISTE SENTIRSE SIEMPRE APRENDIZ"
"QUE EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO LOS ILUMINE" NUESTRA H.'. ROSA MARTHA RANDALL COMENTA:
QUERIDOS HERMANOS: Aquí podemos analizar el problema desde 2 puntos de vista:

1.- ¿Por qué no asiste el Masón a las tenidas?. Yo platiqué muchas veces con Hermanos en sueños que al preguntárseles por qué no volvían a trabajar a sus Logias, contestaban palabras mas, palabras menos: "¿Para qué?, no hay nada que hacer en el Taller como no sea repetir y repetir el mismo ritual semana a semana y discutir temas intrascendentes. Como en mi Logia no se me da nada que valga la pena; mejor me quedo en casa viendo tele". A ellos les contestaba: "No vayas con la idea de que te van a dar algo; mejor prepárate para dar algo a los demás, si crees que son monótonas las tenidas, lleva un trabajo interesante e importante para leer o propón lo que creas que ayude a mejorar tu Logia. Es mejor predicar con el ejemplo, que criticar sin hacer nada para mejorar las cosas".

2.- Aceptar cargos en los Talleres implica responsabilidad en el cumplimiento de los deberes que cada uno conlleva. Si eres el Venerable, primero debes tener un programa anual serio y bien pensado, para que en cada Tenida no lleguen a trabajar a ciegas y a ver "¿Qué haremos hoy?", te toca estimular a todos a cumplir, pero es muy importante ser un ejemplo a seguir. Si eres Vigilante, debes ocuparte de que tu Col:. asista, presente trabajos, etc. Cuando un Hermano presente un Trabajo, revísalo antes, hazle los comentarios que sean necesarios, estimúlalo para que siga produciendo buen material. Cuando fuí Aprendiza y luego Comp:., mis VVig:. eran unas Hermanas muy, pero muy responsables que subrayaban párrafos y hacían sus comentarios al final de cada uno de los trabajos que se les entregaban, haciendo las correcciones si era necesario o ampliando el tema o aún mas, recomendando alguna otra lectura. Guardo el engargolado con mis trabajos y de vez en cuando los releo y recuerdo con gratitud y amor a mis Hermanas mayores. Eso me compromete a pagar esa deuda, haciendo el esfuerzo de enseñar a las demás cuando me ha tocado hacerlo.

Yo creo que la responsabilidad de la buena marcha de un taller es de todos; pero si vemos que algunos Hermanos se están rezagando, debemos con mucho amor atraerlos, haciéndoles ver que todos somos importantes, que todos aportamos, que el que enseña aprende y el que aprende también enseña.

Démosle vida a nuestros talleres, movámonos.... somos la sangre que los vivifica.

Con un T:. A:. F:., un ósculo de paz y los mejores deseos.

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